Este artículo titulado “de la
dominación masculina y demás leyes naturales” está escrito por Ramón Ignacio
Correa y Emilia Moreno Sánchez, y en él se nos habla principalmente de la
dominación masculina a lo largo de la historia.
Desde el primer momento, el
artículo comienza siendo claro y conciso, señalando que la dominación masculina
no sólo es la violencia de género, sino también la sumisión de la mujer, la
indiferencia con la que es tratada y el menosprecio al que es sometida en
ocasiones.
A continuación hace un recorrido
por la historia, señalando hechos importantes en relación con el tema del que
trata, y buscando una justificación de por qué sigue hoy en día esta ideología
tan primitiva.
Allá por los años de Pitágoras, se
tenía una ideología en la que el hombre era el centro de todo, mientras que la
mujer quedaba en el papel de la Otra, la cual necesitaba de la existencia del
hombre ya que dependía de él y necesitaba de él para poder existir. Esto se
refleja en el Génesis con la historia de Adán y Eva.
El hombre siempre ha jugado el
papel más importante, mientras que la mujer ha sido un complemento más de su
vida, un objeto de su posesión, limitándola como ser y borrando su identidad
con todo tipo de burkas. Siempre para poder destacar la supremacía masculina.
Atrás quedaron los años en los que
las mujeres eran emperatrices, amazonas, etc. para dar paso a una civilización
cimentada sobre la misoginia. Hoy en día sigue habiendo culturas en las que las
mujeres son agredidas por sus maridos como muestra de dominación y para medir
su estatus, y lo ven tan normal porque siempre ha sido así.
Es algo que no se cuestionan porque
lo tienen tan asumido y aceptado que lo ven algo normal y cotidiano, algo que
se hace desde siempre, porque es lo correcto y lo que hay que hacer (suponemos
que pensaran).
La culpa de que este pensamiento
sea la base sobre la que se creó el mundo la tiene la iglesia. Dios siempre ha
sido la imagen de un hombre y no el de una mujer. Las mujeres en la iglesia no
podían hablar, no podían opinar, y muchas de ellas, en los años de la
Inquisición, fueron perseguidas y llevadas a la hoguera por brujas,
endemoniadas o hechiceras.
Si lo comparamos, como bien se
realiza en el artículo, no es muy diferente este tipo de castigos a las
mujeres, llevadas a cabo por la iglesia a la que todos vamos a rezar y somos
tan devotos, a los castigos en otras culturas en las que se lapidan a las
mujeres.
En resumen, todo lo que nos cuenta
el artículo es que la mujer siempre ha sido y es hoy en día, en muchos casos y por
muy penoso que sea, una propiedad más del hombre. La publicidad ha jugado y
sigue jugando con ese papel que se le ha atribuido a la mujer y el propio cine
hace uso de él.
A modo de reflexión personal,
creemos que esta dominación masculina sigue siendo una de las ideologías
invisibles más visibles de todos los tiempos, debido a que es la ideología
sobre la que se creó el mundo, como bien se comenta en el texto. Se ha ido
transmitiendo de generación en generación sin que nadie lo cuestione y los
pocos que lo hacían eran reprimidos.
Lo triste es que hoy en día esta
dominación masculina, quizás en menor medida, se sigue dando. Siguen
apareciendo casos de violencia de género a diario, la publicidad sigue
reforzando los papeles que tienen ambos sexos, tan remarcados desde tiempos
lejanos y lamentablemente pocas veces se hace nada. Se lucha por una igualdad y
por un respeto que muchas veces, ni los propios reivindicadores, llevan a cabo.
Creemos que es hora de que esto
cambie. Es hora de dejarnos influenciar por anuncios publicitarios. Es hora de
plantarle cara a la ideología invisible que más daño sigue haciendo. Es hora de
que las mujeres tengan un lugar en la sociedad, el lugar que se merecen, ni más
ni menos que los hombres, pero un lugar en el que no tengan miedo a hablar y
pensar. Es hora de que todos pensemos si eso que está tan aceptado, es lo
correcto o si por el contrario es algo que debemos cambiar entre todos.
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