Este artículo está rescatado del
periódico El País, titulado “tortura y polémica en la pantalla”. El artículo
nos habla, como bien dice el título, de la repercusión que ha tenido una
película de Kathryn Bigelow, “La noche más oscura”, sobre la captura de Bin
Laden, reabriendo debates sobre los métodos de la CIA para obtener información.
Lo que viene a contarnos el
artículo en líneas generales es las consecuencias y repercusiones que ha tenido
esta película, cuestionando los métodos poco ortodoxos que utiliza la CIA para
“obtener información”, si son realmente útiles y la legitimidad de la tortura
en EE.UU.
Cuenta que con el expresidente Bush
y la creación de Guantánamo se reabrieron estos debates. En ellos se cuestiona
la verdadera utilidad que tienen estos métodos y los resultados que se obtienen
con ellos.
Bush y sus ideólogos de la guerra
contra el terrorismo insisten en que las “técnicas de interrogatorio violentas”
fueron necesarias para dar caza a Bin Laden. Sin embargo, Obama califica, junto
con organizaciones de derechos humanos como torturas y traición a los
principios básicos de EE.UU. el uso de esos métodos, rompiendo con el principio
de “América no tortura”.
Hay otros que apoyan estos métodos,
y que afirman que sin ellos no se habría capturado a Bin Laden. Sin embargo,
hay casos que demuestran lo contrario, ya que es una técnica de tortura, en la
cual haces hablar al sospechoso con un ahogamiento simulado, pero realmente no
sabes si lo que te dice es la verdad o no.
Según Tommy Vietor, portavoz del
Consejo de Seguridad Nacional, si hubiesen surtido efecto, lo habrían cogido en
2003, que es cuando se realizaron las torturas.
Resumiendo y desde un punto de
vista personal, creemos que es bueno que salgan estos debates a la luz. Que
salga a conocimientos de todos los verdaderos hechos y la información veraz de
las prácticas que se llevan a cabo por la CIA a la hora de obtener información.
De esta manera todos seremos conscientes de la crueldad que utilizan, como el
método que sale a relucir de ahogamiento simulado.
Cuando en tu país, como es el caso
de Obama en EE.UU. hay una prisión conocida por la agresividad y la fiereza de
las torturas que se realizan en ella, no puedes decir que en “América no se
tortura”. En América si se tortura. En América existe la CIA, la cual está en
el punto de mira por los escandalosos métodos de obtención de información, como
es el caso. En América existe una prisión de las más duras del mundo, la cual
prometió, cuando llegó al poder, que cerraría y aun no lo ha hecho.
América, ni ninguna nación del
mundo, puede intentar ponerle fin o luchar contra el terrorismo si son los
primeros en meter las narices donde no les interesa y son los primeros en matar
a personas en busca de armas de destrucción masiva, a diestro y siniestro.
En definitiva, es realmente
beneficioso que salga este tipo de información a la superficie. De esta manera,
todos seremos conocedores de la realidad, todos podremos tener un pensamiento
crítico al respecto y todos podremos reflexionar sobre si realmente dan
resultados esas prácticas torturadoras.
Es más, viendo con la crueldad que
tratan a todos aquellos “enemigos” que quieren el mal para el mundo; la
crueldad que reiteramos, de esas prácticas de torturas, ¿quién nos puede decir
a nosotros que el cuerpo de Bin Laden fue arrojado al océano y que no continua,
realmente, en alguna parte del mundo siendo torturado por sus opresores?
No hay comentarios:
Publicar un comentario